Isábena y alrededores
Otra zona con gran encanto de la Ribagorza es la comprendida por Isábena y Roda de Isábena, dos pequeños municipios que albergan hermosas construcciones. La más famosa de ellas es la Catedral de San Vicente mártir de Roda de Isábena, la localidad más pequeña de España con sede catedralicia. Esta construcción románica ha sido declarada Monumento Nacional y data de los siglos XI y XII, aunque ha sido reformada en alguna ocasión. La catedral está compuesta por la iglesia, de tres naves cerradas y tres ábsides semicirculares. Por su parte, el claustro acoge numerosas inscripciones necrológicas y son destacables algunos de sus capiteles esculpidos. Detrás de la Catedral aún se conserva la base del castillo de Roda del siglo XI y el Palacio del Prior del siglo XVI.
Cerca de este municipio, a 18 kilómetros, está el pueblo de Calvera, donde se sitúa el monasterio románico de Santa María de Obarra. Construido a orillas del río Isábena, Obarra significa en euskera “agujero entre rocas” que da pistas acerca de su ubicación. Su construcción giraba en torno al sistema proporcional del triángulo equilátero. Los números 3 (que simbolizan a la trinidad) y el 7 (que simboliza al Espíritu santo y al apocalipsis) se repiten por todo el templo. El estilo lombardo con arquerías ciegas separadas por contrafuertes también está presente, así como su friso con celdas romboidales que finalizan en el ábside central de clara influencia musulmana.
Catedral de Roda de Isábena
Este asentamiento llegó a ser el más importante de la Ribagorza pero a partir de 1571 con el restablecimiento del obispado de Barbastro comenzó su decadencia.
La comarca de la Ribagorza también posee un gran patrimonio prehistórico. En el pueblo de Merli se ubica el menhir de Merli de seis metros de altura y con una antigüedad de entre 5.000 o 7.000 años. Además, por esa misma zona en la localidad de Seira existen un dolmen de la Edad de Bronce y que tiene la peculiaridad de que no está hecho con roca caliza sino con granito, por lo que se cree pudo ser arrastrado desde las cimas de las Maladetas, Posets y Perdiguero a través del glaciar que cubría todo el valle de Benasque hace 50.000 años.
Graus y alrededores
Graus está situada al suroeste de la comarca de la Ribagorza. El origen de esta población se remonta al Paleolítico como revelan los restos hallados en el yacimiento de Las Forcas. Más tarde, en tiempos de la Reconquista el rey Ramiro I falleció durante el asedio a Graus en 1063. Este municipio fue declarado Conjunto Histórico en 1975 y entre su patrimonio civil sobresalen las casonas solariegas como las de Fantón, Mur o Solano, o su Plaza Mayor con sus preciosos soportales y sus fachadas adornadas con pinturas alegóricas que la tiñen de color. También conserva varios tramos de muralla y tres de sus puertas (Chinchín, Linés y Barón).
Plaza Mayor de Graus
Basílica Virgen de la Peña
Dentro del patrimonio religioso nos quedamos con la Basílica de la Virgen de la Peña que como bien indica su nombre está ubicada en lo alto de la peña del Morral, lugar donde según cuenta la leyenda encontraron la imagen de la Virgen. La basílica aglutina distintos estilos, desde su inicial románico hasta el gótico tardío. Y el acceso a la misma se llevó a cabo a través del piso inferior del claustro en el que sobresale un balcón “predicadera” donde, dicen, San Vicente Ferrer predicó durante su estancia en Graus. Su maravilloso claustro está formado por arcos de medio punto sustentados por columnas helicoidales en la parte exterior y otras poligonales en la parte interior. En el presbiterio se encuentra la imagen de la Virgen, copia realizada a partir de la antigua imagen que a su vez sustituía a la original. No existen retablos dentro de la Basílica porque estos fueron destruidos durante la Guerra Civil, solo se mantiene el de la capilla de San Juan de Letrán.
A 10 kilómetros de Graus, en la localidad de Panillo se sitúa el templo budista Vajrayana Dag Shang Kagyu. Este lugar para la meditación se ha convertido en el “Tibet oscense”. Se fundó en 1984 y se dedica al estudio y práctica del budismo. Está dirigido por la autoridad espiritual del Ven Lama Drubgyu Tenpa y acoge a ocho Lamas así como a varios residentes. Además, dispone de un albergue donde, cualquiera que cumpla los requisitos de la orden, puede hospedarse durante unos días.
Templo budista Vajrayana Dag Shang Kagyu
Pero esta no es la única edificación llamativa de la zona, a 20 kilómetros de Graus, en Secastilla, se ubica el Santuario de Torreciudad, dedicado a la Virgen María y creado por el fundador del Opus Dei, Josemaría Escrivá de Balaguer. El nombre del santuario viene de una vieja torre de vigilancia cuyas ruinas están a unos pocos metros de la iglesia. Este santuario forma parte de la ruta mariana (Basílica del Pilar, Monserrat, Meritxell y Lourdes).
La Virgen “Nuestra Señora de los Ángeles” es una talla románica de la serie de Vírgenes negras del siglo XI que aparece con el niño en brazos. En 1904, San Josemaría Escrivá de Balaguer que por aquel entonces tenía dos años fue llevado hasta esta ermita en brazos de su madre. El niño, había sufrido una grave enfermedad y sus padres fueron a pedirle a la virgen su curación. Por eso, y como agradecimiento, Escrivá de Balaguer construyó un nuevo santuario. Con una arquitectura peculiar en ladrillo, el santuario destaca por su retablo en alabastro que representa distintas escenas de la Virgen María y en cuyo centro se encuentra la talla románica custodiada a su izquierda por la imagen de San Josemaría Escrivá de Balaguer. La fiesta de la Virgen de Torreciudad se celebra el domingo siguiente al 15 de agosto y todos los asistentes pueden disfrutar de unas magníficas vistas hacia el pantano de El Grado.
Santuario de Torreciudad
Monzón
Es la capital de la comarca del Cinca Medio y la segunda ciudad más poblada de la provincia de Huesca. La historia de esta villa comienza en el Neolítico como demuestran los yacimientos de Sosiles Altos o Peña Lucas. Después serían los romanos los que ocuparían estas tierras y tras ellos los musulmanes. En 1089 el rey Pedro I siendo infante reconquistó la ciudad y su padre Sancho Ramírez de Aragón creó para él el Reino de Monzón.
Castillo de Monzón
Años después la localidad volvería a manos musulmanas y no fue hasta 1141 cuando la tomaron los cristianos definitivamente. Dos años después, los Templarios ceden sus derechos sobre la Corono de Aragón y reciben a cambio el Castillo de Monzón donde pasó su infancia Jaime I de Aragón custodiado por la Orden del Temple. Este castillo de origen árabe fue elemento de disputa en todas las guerras que sucedieron desde el siglo X hasta el XX y hoy está considerado Monumento Nacional.
Siglos más tarde Monzón acogería en varias ocasiones las Cortes de la Corona aragonesa en la catedral de Santa María del Romeral.
Declarada monumento histórico artístico fue levantada entre los siglos XII y XIII. Sobresale su torre mudéjar y la plaza donde está la actual sacristía que fue en su día el claustro del templo y que debido a las guerras terminó destruido.